Somos la suma de cuatro hospitales: el General, el Infantil, el de la Mujer y el de Traumatología, Rehabilitación y Quemados. Estamos ubicados en el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, un parque sanitario de referencia internacional donde la asistencia es una rama imprescindible.
El paciente es el centro y el eje de nuestro sistema. Somos profesionales comprometidos con una asistencia de calidad y nuestra estructura organizativa rompe las fronteras tradicionales entre los servicios y los colectivos profesionales, con un modelo exclusivo de áreas de conocimiento.
¿Quieres saber cómo será tu estancia en el Hospital Universitario Vall d'Hebron? Aquí encontrarás toda la información.
La apuesta por la innovación nos permite estar en vanguardia de la medicina, proporcionando una asistencia de primer nivel y adaptada a las necesidades cambiantes de cada paciente.
La endocarditis infecciosa supone la presencia de una infección microbiana en la superficie endocárdica (superficie interna) del corazón. Se trata de la infección cardiovascular más frecuente y es muy importante debido a su potencial gravedad y a que tiene diferentes formas de presentación. La endocarditis infecciosa afecta fundamentalmente a las válvulas cardíacas, sean naturales o artificiales, aunque en ocasiones se puede producir en otras estructuras del corazón.
Se clasifican de acuerdo con el tiempo en que lleva establecida la infección (días, semanas o meses) y de acuerdo con la bacteria o microorganismo (levadura, hongo) que la causa.
La lesión característica de la endocarditis infecciosa es la vegetación endocárdica. Está compuesta por la presencia completamente anómala de un agregado de plaquetas, fibrina, bacterias y células inflamatorias que se adhiere a la superficie interna del corazón- generalmente en la superficie de una válvula cardíaca- y que es susceptible de desprenderse y de causar una embolia infecciosa a distancia en otro órgano (piel, sistema nervioso , extremidad).
Se considera una enfermedad grave y aunque en la mayoría de los casos se obtiene su curación, también tiene -a pesar del tratamiento- unas complicaciones y una mortalidad significativas. En muchos casos para su curación definitiva es necesario someter a los pacientes a una intervención quirúrgica para eliminar los tejidos afectados y colocar una nueva vàlvula cardíaca artificial.
En la forma más aguda, la endocarditis infecciosa puede producir fiebre elevada, escalofríos, postración y afectación grave del estado general en poco tiempo (horas-días). En las formas subagudas, de semanas o meses de evolución, domina el cuadro clínico el cansancio, la falta de apetito y la fiebre poco relevante. En estos casos, se pueden producir también manifestaciones infecciosas en la piel en forma de nódulos o manchas características, que no aparecen siempre.
En los pacientes con grave afectación de las válvulas cardíacas se puede llegar a producir una mala función de las mismas, condicionando la presencia de síntomas de insuficiencia cardíaca, como serían el ahogo importante y la aparición de edemas en las extremidades inferiores.
La endocarditis infecciosa tiene una incidencia global de 2-3 casos por cada 100.000 habitantes y año, por lo que se estima que en Cataluña se diagnostican alrededor de 200 nuevos casos cada año. Sin embargo, su incidencia aumenta mucho con la edad, alcanzando los 15-30 casos/por cada 100.000 habitantes/año en mayores de 65 años, es decir, 10 veces superior a la de la población de menor edad.
La causade la endocarditis infecciosa ha cambiado mucho en las últimas décadas. Hace años la bacteria causal más frecuente eran los estreptococos, sobre todo de una especie denominada viridans. Actualmente hay una gran variedad de agentes causales, siendo los más frecuentes los estafilococos, seguidos de los estreptococos y los enterococos. Sin embargo, conviene conocer que cualquier microorganismo que circule por la sangre puede adherirse a una válvula cardíaca, en especial si ésta tiene lesiones previas o es una válvula artificial.
El diagnóstico de la endocarditis está basado fundamentalmente en:
El tratamiento de la endocarditis infecciosa es antibiótico, pero dirigido específicamente al microorganismo que la causa. Las dosis son altas y prolongadas en el tiempo, porque las vegetaciones propias de la enfermedad están muy poco vascularizadas y el antibiótico debe penetrar por difusión desde la sangre circulante. En los pacientes que no responden de manera adecuada a este tratamiento antibiótico o que presentan daños valvulares muy importantes, como consecuencia de la infección, es necesario valorar la necesidad de cirugía de recambio valvular
Hemocultivos y ecocardiografias, tanto en el momento del diagnóstico como para controlar la evolución de la enfermedad
Cuando se conoce una alteración de una válvula cardíaca en una persona, debe hacerse prevención antibiótica antes de la intervención de piezas dentarias o de encías, previa consulta especializada.
También en el caso de endoscopias, sobretodo la digestiva alta (gastroscopia), deben tomarse medidas preventivas con el antibiótico y la pauta que indique el médico.
Esta prevención es muy importante porque la presencia de bacterias en la sangre, como consecuencia de la intervención o de la exploración, conlleva un riesgo significativo de endocarditis infecciosa.
El suicidio es una causa de muerte frecuente. Cada año mueren en torno a un millón de personas en el mundo. En nuestro país el suicidio se mantuvo como la primera causa de muerte externa (INE, 2017). Se ha estimado que los intentos de suicidio (IS) son 10-20 veces más frecuentes que el suicidio. Dentro del amplio espectro de la conducta suicida, están los IS de alta letalidad (los más próximos al suicidio).
Los intentos de suicidio médicamente graves (ISMG) o intentos de suicidio (IS) de alta letalidad, se definen por presentar un compromiso orgánico grave, independientemente de su gravedad psiquiátrica.
Los ISMG, en el amplio espectro de la conducta suicida, son los más próximos al suicidio consumado, siendo dos poblaciones superpuestas con características comunes. Además, los ISMG tienen más riesgo de morir por suicidio con respecto a los intentos de suicidio de baja letalidad.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que valorar supervivientes de una conducta suicida grave, permite obtener información directamente del superviviente, a diferencia de los suicidios consumados, en los que la valoración se realiza indirectamente a través de terceras personas (autopsia psicológica). El hecho de poder evaluar personas tan próximas al suicidio, es de gran valor para poder conocer los mecanismos psicológicos de una conducta suicida grave y los signos de alarma, para evitar un suicidio.
En un porcentaje importante, se ha objetivado la prevalencia de patología psiquiátrica, principalmente trastornos afectivos (depresión), seguido de trastornos de personalidad y otros trastornos relacionados con el consumo de sustancias. También existen otros factores de riesgo de tipo socioambiental y no psiquiátrico que se deben valorar: presencia de una patología médica grave/crónica, limitaciones funcionales y su adaptación (personas con alguna discapacidad física o de edad avanzada) y el apoyo social.
Una mayoría de pacientes presenta clínica depresiva que no siempre coincide con la presencia de un acontecimiento estresante. Han tenido antecedentes de intentos de suicidio en el pasado. Y previo al ISMG, han presentado ideas de querer morirse o una ideación suicida más estructurada.
A las personas con un trastorno psiquiátrico no estabilizado/no tratado: trastornos afectivos unipolares (depresión) pueden tener mayor predisposición de mostrar una conducta suicida.
Ante un ISMG se tiene que valorar y tratar la presencia de un trastorno psiquiátrico subyacente.
Una vez el paciente se ha recuperado de una situación vital de riesgo, se tiene que realizar un abordaje integral centrado en aspectos clínicos y socioambientales. En el ámbito clínico se debe comprobar la presencia de una patología psiquiátrica y tratar. También es importante, después del alta médica, derivar el paciente a la red de salud mental y activar el Código de Riesgo Suicida que permite un seguimiento posterior al alta hospitalaria.
Anamnesis médica y psiquiátrica, y evaluación psicológica.
Evitar los mitos que mantienen el estigma social del suicidio y valorar la presencia de ideación suicida en personas con factores de riesgo clínicos y sociodemográficos.
El Mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la sangre que se origina por una proliferación anómala de células plasmáticas (un tipo de leucocito o defensa del organismo). Estas células plasmáticas pueden lesionar los huesos si crecen mucho y provocar anemia. Al mismo tiempo, son capaces de producir inmunoglobulinas, unas proteínas que en exceso pueden lesionar los riñones y favorecer las infecciones.
El Mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la médula ósea que viene dado por la proliferación de células plasmáticas clonales y la producción anómala de inmunoglobulinas (Ig) que son un componente del sistema inmune y pueden detectarse en la sangre y/o orina.
Su incidencia anual en adultos es de 4-6 nuevos casos por 100.000 habitantes y año, cifra que representa el 1% de todos los cánceres y el 10% de los cánceres de la sangre, cifras que la sitúan entre las consideradas enfermedades raras. Suele afectar predominantemente a personas de edad avanzada, siendo la media de edad 70 años.
El exceso de Ig interfiere en las propiedades de la sangre, en el normal funcionamiento de los riñones, y favorece el desarrollo de infecciones (ya que no se producen el resto de Ig normales). Si también hay un exceso de células plasmáticas se puede lesionar los huesos que contienen la médula ósea con las posibles fracturas y dolor. También se puede dificultar la normal producción de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, lo que conlleva un riesgo aumentado de anemia, infección y sangrado.
Los síntomas clásicos del Mieloma vienen dados por las siglas en inglés de los órganos afectados: “CRAB” (Calcium, Renal, Anemia, Bone). Pero se pueden dar más síntomas:
Normalmente es frecuente el hallazgo casual de una gammapatia monoclonal en un análisis de rutina, anemia o bien diagnosticar una fractura tras la persistencia de un dolor óseo que no cede con analgesia convencional.
Para confirmar el diagnóstico y establecer la extensión o necesidad de tratamiento es necesario hacer un análisis completo de sangre con estudio específico de proteínas, un análisis de orina para descartar excreción de proteína anómala por los riñones, un aspirado o biopsia medular para confimar un exceso de células plasmáticas en la médula ósea (si puede ser con estudio citométrico y genético) y pruebas de imagen para descartar lesiones óseas.
El tratamiento del mieloma múltiple ha cambiado significativamente en la última década y sobre todo en los últimos años con la aparición de nuevos fármacos y mecanismos de acción.
El objetivo del tratamiento es controlar la enfermedad el máximo tiempo posible con los mínimos efectos secundarios y conseguir una buena calidad de vida.
El tratamiento del mieloma múltiple incluye fármacos que se pueden clasificar según su manera de actuar:
Además de los fármacos utilizados y combinados entre sí, es posible que en el plan de tratamiento se tenga en cuenta la posibilidad de un (o dos) trasplantes de médula ósea . En el mieloma múltiple el desarrollo de nuevos tratamientos está experimentando un crecimiento exponencial, por lo que se están desarrollando nuevos fármacos con mecanismos de acción diferentes o combinaciones potencialmente beneficiosas entre ellos, que pueden ser ofrecidos en algunos casos seleccionados dentro de un ensayo clínico.
El asma es un transtorno del paso del aire por las vías respiratorias, y sobretodo por los bronquios de pequeño calibre.Comporta dificultad para respirar con lo que el paciente tiene sensación de ahogo y debe aumentar el esfuerzo para respirar en un intento de respirar mejor.
El asma es un trastorno inflamatorio crónico de las vías aéreas que cursa con una obstrucción variable al flujo aéreo que habitualmente cambia a lo largo del día ( puede empeorar durante la noche ) y que mejora con el tratamiento instaurado para volver a reaparecer posteriormente.
Es una enfermedad producida basicamente por un mecanismo inflamatorio.
En las vías respiratorias de los pacientes con asma tienen lugar tres fenómenos:
1. Disminución del diámetro bronquial , con lo que se dificulta el flujo aéreo.
2. Inflamación, con aumento del grosor de la pared bronquial, que también contribuye a dificultar el paso del aire.
3. Aumento de la actividad de las glándulas productoras de moco, con lo que el aumento de las secreciones contribuye aún más a la dificultad respiratoria.
Hay un conjunto de células que circulan en la sangre implicadas en la inflamación local que se observa en el asma , y que son linfocitos T , mastocitos y eosinófilos. Estas células se encargan de la defensa normal del organismo y tienen una actividad aumentada en el asma que se intenta regular con la medicación que se administra.
Según el grado de obstrucción , la persona afectada experimentará dificultad respiratoria y sensación de falta de aire.También son característicos del asma las sibilancias que son ruidos agudos como silbidos producidos por el aire al pasar por vías aéreas de tamaño disminuído y es característico asimismo un aumento de la secreción bronquial.
El asma puede afectar a todos los grupos de edad y se solapa a veces con la bronquitis. Puede tener en muchas ocasiones un origen alérgico o de exposición a algún agente ambiental o químico.
Espirometria Rx tórax , pruebas de alergia.
Algunas preguntas son importantes para el diagnóstico:
1) ¿Ha tenido alguna vez “pitos” en el pecho?
2) ¿Ha tenido tos sobre todo por las noches?
3) ¿Ha tenido tos, pitos, dificultad al respirar en algunas épocas del año o en contacto con animales, plantas, tabaco o en su trabajo o bien después de ejercicio moderado o intenso?
4) ¿Ha padecido resfriados que le duran más de 10 días o le “bajan al pecho”?
5) ¿Ha utilizado medicamentos inhalados ?
El tratamiento se basa en el empleo de fármacos broncodilatadores, en forma de inhalador o de comprimidos.También tienen un papel importante los fármacos antiinflamatorios.
En el asma las pruebas diagnósticas más habituales se basan en la
1)Espirometría: Mide los flujos de aire al inspirar y aspirar, y permite detectar si hay obstrucción de la vía aérea, una de las características del asma.
2)Prueba broncodilatadora: Permite saber si la espirometría mejora con fármacos que dilatan la vía aérea.
3)Prueba de provocación bronquial , la misma prueba en sentido contrario con fármacos que provocan una leve obstrucción de la vía aérea que detecta la espirometría.
Para la prevención del asma es fundamental no fumar y evitar la exposición a alergenos que lo precipitan , y que son detectados con las pruebas de alergia que forman parte del estudio del asma.
La leucemia aguda comprende un conjunto de neoplasias del sistema hematopoyético caracterizado por la proliferación y acumulación importante de células inmaduras en la médula ósea en primera instancia y después en la sangre con gran heterogeneidad clínica y biológica. Las leucemias agudas son proliferaciones clonales (célula tumoral que deriva de una única célula inicial y que acumula varias mutaciones genéticas que acabarán desarrollando la enfermedad) de células madre sanguíneas alteradas. En condiciones normales, las células madre multipotentes dan lugar a células progenitoras de las células sanguíneas, mediante un proceso de diferenciación y proliferación celular mediado por mecanismos de la propia célula y por los tejidos que lo rodean. Las células sanguíneas en condiciones normales migran a la sangre y a los tejidos, siendo indispensables para el correcto funcionamiento del organismo.
En las leucemias agudas, la acumulación de varias alteraciones genéticas y moleculares da lugar a la progresiva acumulación de estas células que sustituyen a las células sanguíneas normales, es el llamado "hiato leucémico", las células progenitoras (blastos) no maduran y se acumulan en la médula ósea y la sangre periférica. La sintomatología puede ser muy leve e inespecífica al principio y deriva de la falta de células sanguíneas principalmente y a veces, de la infiltración de tejidos. Se trata de enfermedades muy graves que requieren tratamientos quimioterápicos para su control y a menudo, un trasplante de progenitores de médula ósea.
En muchos casos no hay síntomas importantes al principio. Estos derivan fundamentalmente de la falta de células sanguíneas y pueden ser cansancio, sangrados, infecciones y más raramente falta de apetito, dolores óseos, dificultad respiratoria o síntomas neurológicos. En la exploración física podemos encontrar palidez, hematomas, sangrado mucoso, febrícula, infiltración de encías u otros órganos (piel, bazo, hígado, etc.).
La media de edad para las leucemias agudas en general es de 67 años, pero puede afectar a personas de cualquier edad. La leucemia aguda es la neoplasia más frecuente de la edad pediátrica, siendo más habitual la estirpe linfoide. En la población adulta es más frecuente la estirpe mieloide.
El diagnòstic de sospita el farem a partir d'un conjunt d'aspectes que inclouen la història clínica, l'exploració física i l'hemograma. La confirmació diagnòstica l'obtindrem mitjanant la punció de la medul•la òssia a on estudiarem les cèl•lules neoplàsiques (blastes) mitjançant la microscòpia òptica, la citometria de fluix multiparamètrica, els estudis de citogenètica i de biologia molecular.
Está basado en la quimioterapia. Actualmente hay en desarrollo nuevos fármacos como la inmunoterapia o tratamientos dirigidos contra alteraciones biológicas específicas (terapia individualizada). Si no está contraindicado, puede ser necesario un trasplante de progenitores hematopoyéticos una vez alcanzada la respuesta. Las estrategias terapéuticas se adaptan por una parte a la situación del paciente (edad, enfermedades concomitantes, etc.) y por la otra, a las características biológicas de la enfermedad.
Son el hemograma y la punción de médula ósea.
Desgraciadamente no disponemos de ninguna herramienta para prevenir el desarrollo de las leucemias agudas. No se conocen exactamente los mecanismos que provocan que una persona desarrolle esta enfermedad. Se han descrito algunos factores que pueden estar relacionados, como los tratamientos quimioterápicos o de radioterapia previos o la exposición a determinados tóxicos. Se ha observado también una predisposición en algunas enfermedades congénitas y casos con asociación familiar.
La Unidad de Cardiopatías Familiares del Servicio de Cardiología es básicamente asistencial. Esta unidad atiende el conjunto de miocardiopatías en general y las familiares en particular.
Esta unidad trata las miocardiopatías, que son las enfermedades en las que el miocardio resulta debilitado, dilatado o tiene otro problema estructural. Con frecuencia el corazón no puede bombear o funcionar bien. En el caso de las miocardiopatías familiares, como que se tratan en gran parte de enfermedades con poca incidencia, hay un manejo especializado que no se encuentra al alcance de cualquier cardiólogo clínico. Es necesario un tratamiento específico y contar con una tecnología determinada.
Fomentamos la cirugía ambulatoria, una disciplina en auge alternativa a la hospitalización convencional, más cómoda para las personas pacientes. Las instalaciones, la tecnología y el funcionamiento de todo el centro están centrados en potenciar este tipo de cirugía ambulatoria.
Cómo llegar
Actualmente ubicada en el Centro de Cirugía Mayor Ambulatoria y de Rehabilitación Pere Virgili, la Unidad de Cirugía Ambulatoria de Vall d'Hebron (UCSI) es una alternativa a la hospitalización convencional. Con una tecnología altamente especializada, la Unidad dispone de 2.330 m2 de instalaciones expresamente diseñadas para la cirugía ambulatoria. El centro cuenta con 6 quirófanos, 3 gabinetes quirúrgicos y 4 consultas externas para enfermería, anestesia y especialidades quirúrgicas. Su actividad ya supera las 13.700 intervenciones al año.
Todas las personas que son intervenidas en el centro pueden regresar a su domicilio al cabo de unas horas para continuar, siempre bajo control, su recuperación. Este servicio de cirugía está enfocado a la comodidad del paciente, que se puede recuperar en su entorno sin necesidad de ingreso hospitalario.
Los equipos quirúrgicos de la Unidad de Cirugía Ambulatoria pertenecen a los servicios de las otras áreas de Vall d'Hebron. Actualmente se realizan cirugías ambulatorias relacionadas con el Hospital General, como cirugía general y digestiva, cirugía maxilofacial, dermatología, oftalmología, otorrinolaringología, urología y vascular; el Hospital de Traumatología, Rehabilitación y Quemados, como la cirugía ortopédica de pie y tobillo, mano, hombro o rodilla, y cirugía plástica y reconstructiva; o el Hospital Infantil y el Hospital de la Mujer, como la cirugía ginecológica, fertilidad o patología mamaria.
La Unidad de Cirugía Ambulatoria también participa activamente en la formación médica especializada mediante el programa de formación de MIR de las diferentes especialidades quirúrgicas.
La biopsia de medula ósea sirve para analizar la sangre medular del tejido óseo y diagnosticar enfermedades de la sangre. La médula ósea es un órgano difuso que está presente entre las pequeñas cledas de los huesos y dónde residen las células madre que dan lugar a las que circulan por la sangre. Este hecho implica que el acceso a este compartimento de nuestros huesos da información de las células precursoras de la sangre y también de si hay presencia de células extrañas o microorganismos, con carácter invasivo.
Esta prueba sirve para ver todos los estadios madurativos de las células de la sangre, tanto en caso de diagnóstico como también para evaluar la respuesta al tratamiento efectuado en caso de enfermedad neoplásica.
Además, se utiliza para descartar o confirmar la presencia de células que, en condiciones normales, no tendrían que estar.
Con anestesia local, en caso del aspirado medular, y sedación, en el caso de la biopsia medular. Se realiza una punción y aspiración de un territorio óseo rico en células precursoras.
En el caso del aspirado medular, se puede hacer tanto en el hueso del esternón como en la cresta ilíaca (parte posterior de la pelvis) y en el caso de la biopsia medular, en la cresta ilíaca. A través de la punción se extrae una muestra de tejido óseo y sangre medular de estas zonas.
La prueba dura entre 10 y 15 minutos, después de los cuales se efectúa una compresión fuerte del lugar de la punción durante unos minutos y se pone un apósito que hay que retirar pasadas 24 horas.
Es necesario tener en cuenta que, hasta pasadas 24 horas desde la realización de la prueba, no se pueden hacer esfuerzos ni cargar peso. Transcurrido este tiempo, se puede llevar vida normal. En el caso de padecer dolor o molestias se pueden tomar analgésicos.
Una prueba de exposición es la administración controlada de un medicamento o alimento para diagnosticar reacciones alérgicas.
Las pruebas de exposición controlada a alimentos o fármacos sirven para confirmar o descartar reacciones alérgicas, cuando no se ha podido llegar a un diagnóstico concluyente con otras pruebas.
Para realizar una prueba de exposición controlada, en primer lugar se tiene que informar el paciente sobre la prueba, explicarle para qué sirve y los riesgos que implica. Se le tiene que entregar al paciente por escrito una hoja de información y solicitarle que firme un formulario de consentimiento informado.
Las pruebas se hacen al gabinete de enfermería, situado en la segunda planta de la Antigua Escuela de Enfermería, donde una enfermera realiza las pruebas cutáneas y algunas de exposición a alimentos y medicamentos, o en el Hospital de Día de Alergiología, donde se dispone de todas las herramientas para diagnosticar y tratar cualquier reacción adversa, así como de un médico y personal de enfermería formado para llevar a cabo este procedimiento.
En las pruebas con medicamentos, este se administrará por la vía más segura según cada situación (oral o intravenosa). Cuando sea necesario, se fraccionará la dosis o se disminuirá la velocidad de administración según la reacción adversa documentada y el tipo de fármaco a estudiar.
Una vez acabada la administración del fármaco, los pacientes tienen que estar unas horas en observación para poder diagnosticar las reacciones no inmediatas.
Dado que el procedimiento no está exento de riesgos, para realizar una prueba de exposición se tiene que valorar la relación riesgo-beneficio. En el caso de estudios con medicamentos, solo se harán con fármacos importantes. Es decir, en los casos en que es más eficaz que otras alternativas (si es que hay).
La mayoría de reacciones que se producen durante la prueba son reacciones leves, que se diagnostican y tratan de manera precoz. Sin embargo, se pueden producir reacciones graves, como la anafilaxis o el choque anafiláctico.
No hay alternativas a las pruebas de exposición, puesto que se trata de la última etapa de un proceso diagnóstico. Aun así, si se logra el diagnóstico con pruebas anteriores (cutáneas o analíticas) puede no ser necesario hacerlas.
Los tests cutáneos son unos procedimientos esenciales para confirmar la sensibilización alérgica mediada por el anticuerpo inmunoglobulina E (IgE) en pacientes que sufren rinoconjuntivitis, asma, urticaria, anafilaxis, eccema atópico o alergias a alimentos y fármacos.
Las pruebas cutáneas están indicadas si se sospecha de la existencia de una reacción o enfermedad alérgica, después de realizar la historia clínica (preguntas) y la exploración del paciente. Las pruebas cutáneas, por lo tanto, nos proporcionan una confirmación objetiva de la sensibilización a un alergeno, mientras que la relevancia de dicha sensibilización a los alergenos se tiene que interpretar teniendo en cuenta la historia clínica, a fin de que se puedan ofrecer los consejos apropiados sobre las medidas de evitación y tratamiento.
Existen dos tipos principales de pruebas cutáneas:
Se lee el resultado al cabo de 15-20 minutos. Si el paciente está “sensibilizado”, se provocará una reacción local con picor, enrojecimiento, hinchazón... Esta reacción se compara con la del suero fisiológico (control negativo que no debe provocar reacción) y de la histamina (control positivo que sí que tiene que reaccionar).
Es necesario que el paciente esté unos cuantos días (5-7 días) sin tomar antihistamínicos (medicamentos antialérgicos).
El riesgo con estas pruebas es muy bajo. Solo en pacientes extremadamente alérgicos, y normalmente con las pruebas de medicamentos, existe cierto riesgo de provocar una reacción alérgica grave y generalizada.
En algunos casos se pueden hacer analíticas que evalúan la sensibilización en sangre.
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